Nación digital

“Lo que constituye una nación no es ni el hablar una misma lengua ni el pertenecer al mismo grupo etnográfico, sino el poseer en común grandes cosas en el pasado y la voluntad de hacer otras en el futuro.” Ernest Renan, filósofo francés (1823-1892).

El vocablo “nación” procede del latín “natio«, que puede interpretarse como “pueblo o tribu” o también como “lugar de nacimiento”, ya que “nātio” está derivado de “nāscor”, o nacer. Según la Real Academia Española, una nación es el “conjunto de los habitantes de un país regido por el mismo Gobierno”. Bajo dicha comprensión, el siglo XIX fue un auténtico catalizador de nuevas naciones, bajo el nuevo impulso industrial. El siglo XX fue un afianzador de todo el esquema, consolidado y supervisado por distintas agencias con ámbito mundial, compuestas por todos los países del mundo.

«Una nación en territorio digital englobaría a personas conectadas que comparten valores y conocimiento en comunidades de pares y gestionan sus recursos bajo inteligencia colectiva» #TuNaciónDigital

Contaría con una organización política basada en la autogestión de sus propias necesidades, con mínima presencia de intermediarios entre las personas. Cada nación digital sería soberana e independiente de otras comunidades digitales que se fundan como naciones y cada una potenciaría sus propios valores. Sería inclusiva, con mentalidad digital e incorporaría a personas y empresas para transaccionar entre sí y apostar por un sistema distribuido en el que todas las partes fuesen iguales.

"Una nación en territorio digital engloba a personas conectadas que comparten valores y conocimiento en comunidades de pares y gestionan sus recursos bajo inteligencia colectiva". #TuNaciónDigital Foto de Hannah Busing en Unsplash
Foto de Hannah Busing en Unsplash

Personas que se conectan bajo otro lenguaje y otros valores

Una nación digital no nacería para replicar antiguos patrones industriales, sino para potenciar nuevos valores universales. Por ello, tu nación digital sería un ecosistema conectado cuya riqueza en datos sería el resultado de muchas interacciones de mucha calidad. Si un mayor número de interacciones de mayor calidad genera mayor riqueza para una comunidad “Peer-to-Peer”, el mayor fracaso de una nación digital sería que nadie desease interactuar en dicho ecosistema, que terminase por desaparecer por estéril e innecesario.

«La dinámica digital rompe barreras tradicionales. Tu nación digital será global con personas de todo el mundo, mientras simultáneamente en un mismo país podrían convivir numerosas naciones digitales» #TuNaciónDigital

De hecho, será interesante observar si los nuevos nodos de influencia en el mundo no son más que puntos de información que alimentan distintas naciones digitales que conviven bajo un mismo espacio físico. Si un país puede albergar pocos idiomas, tu nación digital incorporaría todos los idiomas del mundo, porque con la tecnología existente quien desease traducir de otro idioma tiene los medios de hacerlo a cualquier otro, si realmente desea comunicarse. La totalidad de interpretaciones comunes que existen en todos los idiomas a escala global bajo valores comunes es lo que conformaría el lenguaje de tu nación digital, y dicho lenguaje podría ser diferente del de otras naciones digitales.

Ciudadano fundador de Asgardia, la primera nación digital

La posibilidad de generación de naciones digitales se está planteando entre investigadores en foros transhumanistas ya a mediados de la década de los años 2010s como una posibilidad casi real de cara a la década de los 2030s.

Basándose en que las naciones no crean el nacionalismo, sino al revés, que las naciones son inventadas por el nacionalismo (Hobsbawm, 1991)[i], la posibilidad de generación de nuevos espacios territoriales empezó a materializarse de distintas maneras, además de la tradicional forma territorial física. Así, por ejemplo, en agosto de 2016, la Unidad del Espacio de la UNESCO (Paris) me invitó a participar como ciudadano fundador de Asgardia[ii], una nueva nación situada en el espacio exterior, sin territorio físico en el globo terrestre.

«La fundación de la primera nación digital en 2016 me inspiró a relatarlo como un hecho histórico para el ser humano» #TuNaciónDigital https://www.bez.es/520854763/La-primera-nacion-digital-.html

Promovida desde el Centro Internacional de Investigaciones Aeroespaciales de Viena (Austria), entre otros, su objetivo es generar una estructura de conocimiento alimentada por personas conectadas de todo el mundo que expresasen digitalmente su opinión sobre cómo creen que debería ser, idealmente, una nación. A día de hoy, más de medio millón de personas conectadas de todas las culturas han generado un ecosistema, en forma de  nueva nación en el espacio, hacia donde incorporan su información, sus valores y su conocimiento. Apenas dos años después de su creación, la nueva nación Asgardia cuenta con su bandera, su constitución, su himno, su parlamento y un satélite en el espacio propios, tras haber sido votado democráticamente online por sus ciudadanos.

«Hola terrícolas. Soy 01000001, ciudadano fundador de @AsgardiaSpace, primera nación digital, con ID 612-0000393072-814. Oficialmente soy ciudadano extraterrestre con nacionalidad española». https://www.linkedin.com/pulse/un-a%C3%B1o-como-extraterrestre-con-otros-amigos-rafael-martinez-corti%C3%B1a/

Los valores de tu nación digital, claves para los 2020s

En el futuro no se debe menospreciar la posibilidad de una mayor incorporación de la tecnología en la gestión de unas comunidades de pares que en estos momentos ya están desarrollando su propia cultura, su propio idioma y su propio territorio emocional. No debe eliminarse la posibilidad de que los ecosistemas conectados que existen a día de hoy continúen evolucionando, y además exponencialmente. Puede ocurrir que las millones de personas conectadas bajo unos mismos valores empezasen a prestarse un mayor rango de soluciones entre sí, ya sea en seguros, en energía o en servicios financieros, fuera del sistema tradicional, pero bajo la misma cultura que conectó a millones de pares que confiaban en su comunidad. Todo podría evolucionar a un plano aún mayor. Puede ocurrir que la demanda conectada todavía desee operar bajo nuevos derechos en su vida cotidiana y continúe el impulso de digitalización de la sociedad hasta otros extremos que hoy son difíciles de imaginar.

«Puede ocurrir que ecosistemas impulsados por la demanda conectada evolucionen a naciones digitales». #TuNaciónDigital

Entre muchos elementos positivos de pertenecer a una nación digital es que es perfectamente compatible con tu nación física y con tu propia realidad, a las que no debes renunciar, al contrario. Sentirás mayor autonomía cuando puedas elegir entre un mayor número de soluciones a tus propias necesidades. La solución que elijas y decidas contratar podría estar en tu territorio físico o en tu territorio digital.

Al final, serás tú quien elija la solución que mejor responda a tus necesidades y que te ofrezca mayor seguridad, libertad, empatía, comunidad y transparencia. Ya que la dinámica ahora responde a la demanda, con elevada probabilidad optarías por tu nación digital si el esquema online te generase una mayor confianza y te permitiese operar con mayor empatía.

Si te ha gustado este texto, debo revelar que es un pequeño epígrafe del libro «(Tu) Nación Digital», editado por Eolas ediciones en septiembre de 2019.

Puedes comprarlo en la nación digital Amazon o en Eolas ediciones, de León, el editor que realmente apostó para que yo pudiera escribirlo y tú pudieras leerlo.


[i] Hobsbawm, Eric (1991). ”Nations and nationalism since 1780. Programme, myth, reality”. Cambridge University Press, Cambridge.

[ii] Asgardia, la primera nación en el espacio. https://asgardia.space/en/

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